La salud no se compra
En los últimos años ha aumentado la tendencia a hacer deporte. Quizás porque nos enfrentamos a un virus fuerte que dejó en evidencia que estar sanos es nuestra responsabilidad y depende, no de productos, si no más bien de nuestros hábitos. Aparecía información en medios sobre como las personas con alguna condición delicada de salud estaban en riesgo de morir. Por otro lado, también había información sobre como al ser una persona con hábitos sanos, el virus no era tan riesgoso.
Ayer que fuimos a pasear con Lana, la cachorrita de 3 meses y medio, pasaron por mi mente varias cosas ligadas al tema anterior. Para la mayoría de nosotros si tenemos una mascota, es muy lógico que la saquemos a pasear porque sabemos que es importante para su salud y bienestar. Lo que me sorprende de esto es que a veces no aplicamos lo mismo a nosotros. Y no estoy hablando de ir a un gimnasio a entrenar, estoy hablando de salir a dar un paseo.
¿Cada cuánto decides salir a caminar para disfrutar del viento, ver el cielo y respirar?
Un invitado en Deporvida Podcast lo expresó así: estamos hechos para movernos, si no te mueves, enfermarás. Sabiamente comparaba nuestro cuerpo con un carro.
Y decía, si tu dejas un carro estacionado durante meses, se oxidará y dejará de funcionar. Esto sucederá por la falta de actividad. Lo mismo pasa con nuestro cuerpo, ya que hace siglos, cuando éramos recolectores y teníamos que cazar nuestra comida, nuestros cuerpos ahora siguen necesitando actividad. La diferencia es que antes dependíamos de un cuerpo sano y fuerte para sobrevivir. Ahora, con más comodidades, podemos tener un cuerpo enfermo o poco ágil y aún así sobrevivir.
Necesitamos movernos para mantener nuestro cuerpo en óptimas condiciones.
Que nadie te mienta diciéndote que con cierto producto vas a estar sano si no te habla sobre cambiar tus hábitos del día a día. Quizás lo que le interese, más que tu salud, sea vender el producto.
La realidad es que para tener salud tenemos que dedicarle tiempo a evaluar lo que hacemos en el día a día. Requiere de esfuerzo a veces elegir comer una fruta en lugar de un postre. También requiere más esfuerzo salir a caminar que quedarte sentado en el sofá viendo tele.
Y este tipo de hábitos, aunque cuesten esfuerzo, no cuestan dinero. Todo lo contrario, al cuidar de ti, seguramente estás ahorrando porque no necesitarás fármacos más adelante para resolver problemas de salud causados por el sedentarismo y la falta de hábitos que fomenten tu salud y bienestar.
Estar sanos implica esfuerzo, voluntad y constancia. Aquí te dejo varias opciones de hábitos que nos ayudan a estar más sanos y que no están relacionados con dinero.
La salud no se compra:
- Salir a caminar
- Dormir suficiente
- Exponerte a luz solar después de despertarte
- Ver un atardecer
- Pasar tiempo en la naturaleza
- Leer sobre un tema que te apasione
